Los bosquimanos recuperan sus tierras en el desierto de Kalahari
Botsuana ha vivido un juicio histórico de un problema sin resolver que coleaba desde hace cuatro años. El pueblo bosquimano, formado por un centenar de individuos, podrán volver a sus tierras ancestrales en el desierto de Kalahari, de las que fueron expulsados en 2002.
Lo ha dictaminado un tribunal de Botsuana (sur de África), que ha apoyado su derecho a vivir allí y ha emitido un veredicto según el cual el gobierno no actuó ilegalmente cuando dejó de proporcionar agua, comida y servicios sanitarios a los bosquimanos para reagruparlos en el exterior de la reserva de Kalahari. Pero como no consiguió alcanzar un acuerdo previo con ellos, ahora no puede impedirles el regreso. Además, según la ONG Survival International, los bosquimanos tienen derecho a cazar y reunirse en la reserva y no necesitan permiso especial para entrar en ella. Uno de los jueces, Justice Phumaphi, afirmó que la negativa del Gobierno de Botsuana de proveer servicios a aquél pueblo "fue una condena a los residentes de Kalahari a la muerte por hambre".
Los abogados de los bosquimanos reaccionaron satisfechos al veredicto, señalando que sus largos años de batalla judicial se veían compensados con la decisión del tribunal presidido por el juez. "Antes del 31 de enero de 2002, los demandantes estaban en posesión de tierras que ocupaban legalmente en la CKGR (reserva central de Kalahari)", subrayaron. "Los demandantes fueron privados de estas posesiones por la fuerza o por error, y sin su consentimiento", agregaron. La posterior negativa del gobierno a autorizar a los bosquimanos, primitivos habitantes del lugar, volver a sus tierras es "ilegal y anticonstitucional", concluyó el magistrado.
Desde que hace cuatro años un grupo de 200 indígenas bosquimanos presentaran la primera reclamación contra su expulsión de la reserva, el caso se hizo célebre por el respaldo de celebridades como el arzobispo y ganador del premio Nobel, Desmond Tutu, o la estrella del cine Colin Firth. El caso fue en principio rechazado por un tecnicismo, pero el Alto Tribunal de Botsuana aceptó tramitar la denuncia.
Los bosquimanos mantienen que fueron expulsados de Kalahari para instalar una mina de diamantes, algo que los productores de este material niegan. Descubiertos en 1967, un año después de obtener la independencia de Gran Bretaña, los diamantes han catapultado a la elite dirigente de Botsuana de la más absoluta pobreza a una relativa riqueza.
La mayor parte de los bosquimanos expulsados fueron trasladados a dos reservas, donde el Gobierno aseguraba que las condiciones de vida de éstos habían mejorado. Sin embargo, representantes de la tribu afirmaron que este movimiento supuso la ruptura con sus formas de vida tradicionales, lo que provocó que muchos de ellos cogieran enfermedades como el alcoholismo o el sida.
"Su derecho (el de los bosquimanos) a volver a la reserva ha sido inequívocamente confirmado por el tribunal", señaló uno de los abogados que representaba al pueblo, Gordon Bennet. Aunque llegaron a ser millones, hoy apenas quedan unos 100.000 bosquimanos en el sur de África, casi la mitad de ellos, unos 48.000, en Botsuana. El resto se reparten entre Angola, Namibia, Sudáfrica, Zambia y Zimbabue.
El portavoz de la tribu, Roy Sesana, dijo que hoy "es el día más feliz para los bosquimanos". "Espero que ahora podamos volver a nuestra casa, a nuestra tierra", señaló. Por su parte, el director de Survival, Stephen Corry, aseguró que "si se cumple rápidamente la decisión del tribunal, la campaña acabará y el país tendrá algo de lo que sentirse orgulloso".
Botsuana ha vivido un juicio histórico de un problema sin resolver que coleaba desde hace cuatro años. El pueblo bosquimano, formado por un centenar de individuos, podrán volver a sus tierras ancestrales en el desierto de Kalahari, de las que fueron expulsados en 2002.
Lo ha dictaminado un tribunal de Botsuana (sur de África), que ha apoyado su derecho a vivir allí y ha emitido un veredicto según el cual el gobierno no actuó ilegalmente cuando dejó de proporcionar agua, comida y servicios sanitarios a los bosquimanos para reagruparlos en el exterior de la reserva de Kalahari. Pero como no consiguió alcanzar un acuerdo previo con ellos, ahora no puede impedirles el regreso. Además, según la ONG Survival International, los bosquimanos tienen derecho a cazar y reunirse en la reserva y no necesitan permiso especial para entrar en ella. Uno de los jueces, Justice Phumaphi, afirmó que la negativa del Gobierno de Botsuana de proveer servicios a aquél pueblo "fue una condena a los residentes de Kalahari a la muerte por hambre".
Los abogados de los bosquimanos reaccionaron satisfechos al veredicto, señalando que sus largos años de batalla judicial se veían compensados con la decisión del tribunal presidido por el juez. "Antes del 31 de enero de 2002, los demandantes estaban en posesión de tierras que ocupaban legalmente en la CKGR (reserva central de Kalahari)", subrayaron. "Los demandantes fueron privados de estas posesiones por la fuerza o por error, y sin su consentimiento", agregaron. La posterior negativa del gobierno a autorizar a los bosquimanos, primitivos habitantes del lugar, volver a sus tierras es "ilegal y anticonstitucional", concluyó el magistrado.
Desde que hace cuatro años un grupo de 200 indígenas bosquimanos presentaran la primera reclamación contra su expulsión de la reserva, el caso se hizo célebre por el respaldo de celebridades como el arzobispo y ganador del premio Nobel, Desmond Tutu, o la estrella del cine Colin Firth. El caso fue en principio rechazado por un tecnicismo, pero el Alto Tribunal de Botsuana aceptó tramitar la denuncia.
Los bosquimanos mantienen que fueron expulsados de Kalahari para instalar una mina de diamantes, algo que los productores de este material niegan. Descubiertos en 1967, un año después de obtener la independencia de Gran Bretaña, los diamantes han catapultado a la elite dirigente de Botsuana de la más absoluta pobreza a una relativa riqueza.
La mayor parte de los bosquimanos expulsados fueron trasladados a dos reservas, donde el Gobierno aseguraba que las condiciones de vida de éstos habían mejorado. Sin embargo, representantes de la tribu afirmaron que este movimiento supuso la ruptura con sus formas de vida tradicionales, lo que provocó que muchos de ellos cogieran enfermedades como el alcoholismo o el sida.
"Su derecho (el de los bosquimanos) a volver a la reserva ha sido inequívocamente confirmado por el tribunal", señaló uno de los abogados que representaba al pueblo, Gordon Bennet. Aunque llegaron a ser millones, hoy apenas quedan unos 100.000 bosquimanos en el sur de África, casi la mitad de ellos, unos 48.000, en Botsuana. El resto se reparten entre Angola, Namibia, Sudáfrica, Zambia y Zimbabue.
El portavoz de la tribu, Roy Sesana, dijo que hoy "es el día más feliz para los bosquimanos". "Espero que ahora podamos volver a nuestra casa, a nuestra tierra", señaló. Por su parte, el director de Survival, Stephen Corry, aseguró que "si se cumple rápidamente la decisión del tribunal, la campaña acabará y el país tendrá algo de lo que sentirse orgulloso".
1 comentario:
Saudações identitários e parabéns pelo original blog. Sem o factor étnico nada importa.
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